Resistencia civil contra el extremismo en Siria (Estudio de Haid Haid)

Autor: Haid Haid     |     Traducción: Jaume Allioli

Publicado en alemán por: Adopt a Revolution    |      Noviembre/2017

CONTENIDO

Prefacio
Sumario
01 Introducción
02 Restricciones contra la sociedad civil
03 Estrategias de resistencia no violenta contra Hai’at Tahrir al-Sham
04 La “buena gobernanza” como práctica de la resistencia
05 El papel de la resistencia civil no violenta en el contexto de la confrontación directa
06 Conclusión: consecuencias para los actores internacionales
Sobre el autor y agradecimientos

Prefacio

Desde 2013, muchas ciudades sirias cayeron bajo el control de grupos islamistas radicales como el Frente al-Nusra y el Estado Islámico (ISIS). Sin embargo, algunas ciudades se defendieron con éxito de los intentos de expansión de los grupos yihadistas. Y para ello, parece que no solo fueron decisivos los factores militares: en Atarib y Maarat al-Numan, por ejemplo, grandes sectores de la población se manifestaron contra el intento de toma de poder de las milicias yihadistas, que finalmente tuvieron que retirarse. Pero ¿por qué estallaron las protestas civiles en estas ciudades, mientras que en otros lugares apenas era visible alguna resistencia contra las milicias yihadistas? ¿Qué papel juega la sociedad civil en la defensa de los intentos de toma de poder del islamismo radical? ¿Qué papel juegan las estructuras de la administración civil? ¿Qué condiciones y apoyo necesitan los actores civiles para defenderse contra las milicias fundamentalistas?

El presente estudio del autor sirio Haid Haid no es una respuesta definitiva a estas preguntas, sino una exploración inicial que busca abrir una nueva y muy necesaria perspectiva. Especialmente con respecto a Oriente Medio y la “Guerra contra el Terrorismo”, los análisis y debates en este país a menudo siguen siendo deprimentemente superficiales. No es raro hacer referencia a la población como perteneciente a bloques monolíticos definidos étnica o confesionalmente como “los kurdos”, “los árabes”, “los sunitas” y no como a individuos que piensan y actúan políticamente. Por lo tanto, con frecuencia se descuida el papel de los actores civiles locales y de la sociedad civil en general, principalmente para favorecer extravagantes digresiones geopolíticas.

En contraposición, el presente estudio se decanta por un enfoque total en primer plano: deja fuera el “panorama general” y se centra en los conflictos políticos locales. Ello obliga a hacer una diferenciación. Muestra que el dominio militar de una milicia en un área no significa que la milicia también controle esta área políticamente. O deja en claro que, por extraño que esto pueda sonar para algunos, una organización terrorista no es igual a otra organización terrorista. Por ejemplo, la milicia Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), que es el tema prioritario del estudio, comparte con el llamado “Estado Islámico” una bandera negra, la ideología yihadista asesina y sus raíces en al-Qaeda. Pero en muchos aspectos son diferentes, especialmente en sus estrategias de toma del poder y su relación con la población civil. Estas sutiles diferencias no solo aportan más complejidad al escenario, sino también nuevas estrategias contra el terror yihadista.

El análisis del autor sirio Haid Haid muestra que, si dependiera solo de la voluntad política, las estrategias noviolentas de transformación de conflictos podrían al menos frenar la expansión de la milicia extremista. Antes de ir más lejos: la sociedad civil siria tiene un papel importante en ello.

«Adopt a Revolution»

SUMARIO

1. La resistencia de la sociedad civil contra Hai’ at Tahrir al-Sham (HTS) parece ser la mejor alternativa posible ante la falta de opciones militares. Por un lado, tiene como objetivo fortalecer la autoorganización de la población local, pero por otro lado también impide los patrones de cooperación existentes, disputa los recursos a HTS y socava la influencia y legitimidad de la milicia. La población local tiene una influencia decisiva sobre si una milicia como HTS puede o no fortalecerse localmente.

2. Las restricciones impuestas a la sociedad civil por HTS dependen del alcance de su influencia y del tipo de trabajo civil que realiza. A las organizaciones humanitarias se les permite trabajar en zonas controladas por HTS, pero se les imponen condiciones. Tienen que pagar impuestos. Otras actividades de la sociedad civil no están prohibidas en principio, pero están sujetas a un control riguroso y a normas estrictas.

3. La mayoría de las tácticas de resistencia utilizadas por los activistas civiles contra HTS ya han sido utilizadas contra el régimen sirio e ISIS. Éstas incluyen manifestaciones y actividades públicas, la limitación de la dominación visual de símbolos de HTS, y la sátira.

4. El control territorial de HTS no se basa únicamente en la fuerza militar. Desde hace años, el grupo se ha propuesto ganar la simpatía de la población. Para esta razón, HTS proporciona servicios públicos para obtener la aceptación local y reclutar nuevos miembros. Los activistas civiles se oponen a esta estrategia aumentando la accesibilidad y eficiencia de las administraciones locales existentes, haciéndolas insustituibles. Esto hace que sea mucho más difícil para HTS hacerse hueco en las comunidades correspondientes.

5. Gran parte del trabajo de las organizaciones locales que buscan encender o fortalecer la resistencia contra grupos radicales como HTS tiene lugar en segundo plano mucho antes de la confrontación directa. Conciencian sobre la necesidad de resistencia y movilizan a la gente para que actúe sacando a la luz, por ejemplo, la vaciedad del discurso de justificación de HTS. Con ello no termina su papel: estos activistas son también importantes en los enfrentamientos posteriores.

6. Como cualquier estrategia, la resistencia civil funciona mejor en algunas áreas que en otras. Pero es importante examinar por qué es así: la existencia de gobiernos locales que funcionen y de servicios públicos fiables es un factor clave para dificultar a HTS el reclutamiento. También son muy importantes los estrechos vínculos entre la sociedad civil y la administración. Cuanto mejor esté organizada la población local y más unida esté, mayores serán sus posibilidades de resistir la influencia de HTS.


01 INTRODUCCIÓN

Desde principios de 2017, Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) ha expandido significativamente su poder en la provincia de Idlib y en el norte de Alepo. La derrota de Ahrar al-Sham en julio de 2017, un importante grupo rebelde salafista, ha convertido a HTS en la facción militar más fuerte que de facto controla esta parte de Siria casi sin rival. Sin embargo, a pesar de los éxitos militares, parece que HTS tiene dificultades a la hora de obtener apoyo popular en las áreas que controla. Maarat al-Numan, Atarib y Saraqib, entre otros, protestaron contra los ataques de las milicias y manifestaron su negativa a someterse a la autoridad del grupo.

Ocasionalmente hubo ataques violentos en los que los civiles recibieron disparos de miembros de la milicia e incluso en algunos casos, fueron asesinados. En general, sin embargo, HTS tiene miedo de usar públicamente la violencia [1], porque les preocupa demasiado que se asimile al grupo con el llamado “Estado Islámico” (ISIS). Su violencia, ejercida públicamente, provocó la airada resistencia de la población local, que culminó con la resistencia armada y la expulsión de ISIS de Idlib y de partes importantes de Alepo [2]. Para expandir su dominio, en lugar de depender de la violencia abierta, HTS busca cada vez más controlar las instituciones civiles. Con este objetivo en mente, la milicia creó la “Administración Civil para los Servicios Públicos”, que actúa como su brazo civil y se hace cargo de la administración en las áreas que controla [3]. Ésta vigila o reemplaza consejos locales y organizaciones de la sociedad civil [4].

Con el fin de dar legitimidad a ésta recién creada organización de base civil, HTS intentó reclutar personalidades conocidas, eruditos religiosos y líderes de opinión para cooperar con la nueva administración civil. Sin embargo, la mayoría se negó debido a las prácticas violentas de HTS y a diferencias ideológicas. Algunas personas eran conocidas anteriormente por su oposición a HTS. Otras, sin embargo, mostraron ahora su desacuerdo con la milicia. Querían evitar que sus localidades fueran blanco de brutales campañas militares antiterroristas, en las que la muerte de civiles y la destrucción de infraestructuras reciben escasa atención, como fue el caso de Raqqa [5].

La resistencia de la sociedad civil parece ser la mejor alternativa posible dada la falta de opciones militares. Por un lado, busca fortalecer la autoorganización de la población local, pero también bloquea los patrones existentes de cooperación, disputa los recursos de HTS y socava la influencia y legitimidad de la milicia. La población local tiene una influencia crucial en que una milicia como HTS pueda o no fortalecerse sobre el terreno.

Este estudio contribuirá a una mejor comprensión del papel de la sociedad civil siria en la organización de la resistencia contra grupos extremistas como HTS. Resalta por tanto las restricciones bajo las cuales los grupos y activistas de la sociedad civil trabajan en áreas controladas por HTS o donde tiene una fuerte presencia. Asimismo, se analizan las tácticas de resistencia pacífica y armada.

El estudio se basa en entrevistas semiestructuradas con diez activistas de la sociedad civil en Siria. Estas entrevistas fueron realizadas en línea por el autor a través de Skype o WhatsApp entre julio y octubre de 2017. Se centran en diferentes áreas del norte de Siria, donde HTS trata de convertirse en la fuerza hegemónica pero todavía se encuentra con la resistencia de la población local y de los activistas: Atarib, Kafranbel, Maarat al-Numan y Saraqib. Las y los interlocutores fueron seleccionados partiendo de las recomendaciones de reconocidos activistas sirios y grupos de la sociedad civil. La identidad de las personas entrevistadas debe permanecer en secreto por razones de seguridad. El estudio no pretende dar una visión completa de las acciones de resistencia de las y los activistas sirios contra HTS. Por el contrario, se considera como una primera investigación, que debería ser seguida de más estudios.

02 RESTRICCIONES CONTRA LA SOCIEDAD CIVIL

Los riesgos y desafíos a los que se enfrentan las organizaciones sirias en las áreas rebeldes dependen de las milicias dominantes. Por lo tanto, aquellas regiones que están totalmente controladas por HTS deben distinguirse de aquellas en las que el grupo está presente pero no es la fuerza militar más poderosa.

Generalmente dividimos las áreas en tres categorías: la primera, donde HTS tiene control total y, por lo tanto, el riesgo es muy alto. En estas áreas, nos limitamos a actividades clandestinas o no trabajamos allí en absoluto. La segunda categoría incluye lugares donde HTS ejerce un control limitado pero no es la fuerza dominante. Nuestras actividades están dirigidas a movilizar a los lugareños para que se resistan activamente a HTS. La tercera categoría incluye lugares donde HTS tiene poca o ninguna presencia, allí nos concentramos en desarrollar capacidad de resistencia local contra HTS [6].

Restricciones a las organizaciones de ayuda humanitaria

Sin embargo, la rápida dinámica del conflicto sirio y el cambio permanente consiguiente de las áreas de influencia hacen que sea imposible asignar territorios específicos a estas categorías teóricas. El número de áreas bajo control militar de HTS ha aumentado significativamente desde el comienzo de 2017, especialmente en la provincia de Idlib, donde la milicia derrotó y expulsó a varios grupos rebeldes, obligando a otros a unirse a ellos. Pero a diferencia de ISIS, que intenta gobernar sus territorios sin ayuda, HTS parece ser más flexible con las organizaciones humanitarias que prestan servicios básicos en un territorio dominado por las milicias. De esa manera, el grupo escapa a la presión de proporcionar estos servicios por sí mismos, pero aún así puede contarlos como méritos propios.

Las organizaciones que brindan asistencia humanitaria y médica son generalmente bienvenidas en áreas controladas por HTS porque alivian a la milicia, ya que HTS no tiene los recursos para hacerlo. Esto no significa que tales organizaciones ayuden o incluso promuevan HTS. Por el contrario, saben que debido a la presencia de HTS, las personas sufrirían si se detuviera la ayuda [7].

Sin embargo, el trabajo en tales áreas está sujeto a restricciones inevitables. Un amplio abanico de fuentes informa de un sistema de impuestos (atawat) al que están sujetas las organizaciones en las áreas dominadas por HTS [8].

Comenzó con algunas organizaciones que solicitaban el permiso de ciertos grupos armados para garantizar la seguridad de sus operaciones y su personal. Con el tiempo, esta práctica se ha ido formalizando y vinculando a impuestos para algunas milicias, incluido HTS. El grupo incluso trató de hacerlo obligatorio para todas las organizaciones. Pero no son los únicos en hacerlo. También lo hacen facciones kurdas y milicias leales al régimen [9].

La forma de la “recaudación de impuestos” difiere de un caso a otro. La práctica más común parece ser distribuir algunos de los suministros de ayuda a los miembros de HTS y a sus partidarios. Varias fuentes también han señalado que HTS no parece “imponer impuestos” a todas las organizaciones por igual.

Por lo general, depende del nivel de resistencia al que se enfrente el grupo. En algunos casos, las organizaciones simplemente pagan los impuestos en efectivo o en especie para protegerse contra los ataques o el acoso. Pero en otros casos, han rechazado pagar o se han negado a un aumento de la cuota HTS y han amenazado con dejar de trabajar. En esos casos, HTS se vio obligado a ceder o aceptar un recrudecimiento del conflicto [10].

A continuación, el ejemplo de una organización que desafió con éxito las condiciones de la milicia y se movilizó en su contra. Por razones de seguridad, sin embargo, la organización debe permanecer en el anonimato. La ONG quería implementar un proyecto de ayuda en el norte de Siria en cooperación con el consejo local de una pequeña ciudad. HTS ejerció presión sobre la ONG para que terminase su cooperación con el consejo local y en su lugar cooperase con una organización subordinada a HTS. La ONG amenazó con finalizar el proyecto y cerrar su oficina en la ciudad. Tanto la ONG como activistas y grupos civiles utilizaron la situación como razón para movilizar a la población local para protestar contra HTS y apoyar a la ONG y su trabajo. Debido a la presión y porque HTS dependía de los servicios provistos por la organización, la milicia finalmente cedió. La ONG y el consejo local podrían continuar con su trabajo.

Hubo activistas locales de la sociedad civil que se sintieron decepcionados por el hecho de que algunas organizaciones humanitarias no se pronunciaron contra HTS y no hubiesen rechazado el “pago de impuestos”.

Creo que la situación hubiera sido diferente si todas las ONG humanitarias hubieran acordado colectivamente negarse a pagar los gravámenes requeridos [11].

Las organizaciones locales, sin embargo, creen que es más fácil decirlo que hacerlo.

Antes que nada, pagar cualquier tipo de impuesto en áreas de conflicto es una práctica común. Casi todas las ONG en Siria están haciendo esto de una manera u otra, incluidas las autoridades de la ONU chantajeadas por el régimen de Assad. La alternativa es operar en un entorno caótico y altamente peligroso, en el que no se puede garantizar la seguridad del personal y la asistencia, o detener todas las operaciones [12].

No es fácil pues gestionar tales situaciones. Sin embargo, un primer paso sería iniciar un debate entre todos los actores humanitarios activos en una región para reflexionar sobre posibles opciones de acción y su implementación colectiva.

Cabe destacar que este impuesto solo se exige a las organizaciones que proporcionan alimentos, mientras que las organizaciones de asistencia médica están exentas. Sin embargo, algunos activistas han enfatizado que las condiciones impuestas por HTS a las organizaciones humanitarias generalmente se han endurecido. Por ejemplo, todas las organizaciones humanitarias deben solicitar un permiso por escrito de la milicia antes de que puedan comenzar su trabajo, y divulgar quién los financia y los objetivos de su trabajo [13].

Después de que el periódico Souriatna («Nuestra Siria»), apoyado por Adopt a Revolution, se solidarizara con Charlie Hebdo, GTS (en aquel momento Frente al-Nusra) condiscó su edición y la quemó en público.

Restricciones contra otras actividades de la sociedad civil

Muy diferentes son las dificultades a las que se enfrentan las organizaciones que realizan trabajos no humanitarios: educación, trabajo en derechos humanos o movilización de la población, por ejemplo. Aunque HTS es crítico con tales actividades, la milicia tolera algunas bajo estrictas condiciones. Si bien las organizaciones que llevan a cabo tales actividades están bajo un riguroso control, no requieren un registro oficial, al menos en las regiones que HTS no controla completamente [14]. Las restricciones impuestas incluyen la segregación de género, así como las normas de vestimenta y comportamiento bajo la ley Sharia, que incluye prohibir música o “imágenes seductoras”. Además, su labor no debería representar ningún peligro para los intereses y la influencia de la milicia. Por ejemplo, en el campo de la educación, HTS usa informantes o inspecciones aleatorias para vigilar el plan de estudios, la imagen del docente y las actividades en clase para garantizar que no haya infracciones. Los grupos dedicados a actividades prohibidas, como la promoción de la igualdad de género, la democracia y los derechos humanos, generalmente ocultan sus actividades. Los talleres de promoción de la mujer se imparten como cursos de costura, tejido de punto o primeros auxilios para despertar menos suspicacias.

Trabajar en áreas controladas por HTS es similar a trabajar en áreas bajo el control del régimen de Assad. Es arriesgado, pero mientras no sepan de su trabajo, funciona. Es por lo tanto crucial una estricta confidencialidad, tanto en línea como presencialmente. He estado impartiendo cursos de educación continua en temas de educación política y derechos humanos. El número de mujeres que participan es incluso mayor que el de hombres, aunque HTS impone la segregación de género [15].

En definitiva, el trabajo depende por supuesto de lo influyente que sea HTS en una región y cuánto apoyo local tengan los activistas. Sin embargo y según casi todas las personas entrevistadas, siempre que se cumplan cuidadosamente las normas básicas de seguridad, el activismo sigue siendo posible.

En las zonas con una limitada influencia de HTS, el trabajo de los grupos de la sociedad civil es generalmente más fácil. Las intervenciones de la milicia son aquí cuestión de la distribución local del poder. ¿Cuánto apoyo tiene HTS? Por otro lado, ¿cuánto apoyo tienen los activistas civiles, a grupos rebeldes presentes o el gobierno local? Por ejemplo, en la ciudad de Atarib, al oeste de la provincia de Alepo, HTS tiene poca autoridad: el grupo se enfrenta allí a una fuerte comunidad local que tiene relaciones estables con actores de la sociedad civil, gobernantes y grupos rebeldes locales. En consecuencia, aquí las organizaciones de la sociedad civil pueden trabajar libremente y no tienen que preocuparse por lo que HTS opine de sus actividades.

Operamos solo en Atarib, donde ni ocultamos nuestro odio por HTS ni las actividades que realizamos para resistir al grupo. Pero otros grupos que operan en, por ejemplo, Sahara [una localidad próxima a Atarib, donde HTS tiene más influencia] son ​​muy discretos al participar en actividades anti-HTS, como por ejemplo ayudar a construir una organización anti-HTS [16].

Es importante que la población local apoye tales actividades. Además, deben enunciarse con cautela. Criticar la sharia o el Islam es utilizado por HTS, incluso en lugares que no controla completamente, como pretexto para atacar a las organizaciones locales. En enero de 2016, HTS (entonces todavía conocida como Jabhat al-Nusra) irrumpió en la emisora de Radio Fresh FM, operada por activistas locales en el pueblo de Kafranbel. HTS confiscó dispositivos electrónicos, vació el edificio de material activista y detuvo a Raed Fares, director de la emisora, bajo el pretexto de difundir programas inmorales. Habían emitido música y participaban mujeres locutoras. Todo ello haram, según al-Nusra, [17].

Sin embargo, algunos activistas señalaron que a diferencia de ISIS, HTS no suele matar a los activistas opositores.

No estamos tan preocupados por HTS como por ISIS. HTS no ejecuta a mujeres u hombres activistas: HTS usualmente asalta centros y oficinas, confisca equipos, arresta activistas, que generalmente reaparecen gracias a la presión de las comunidades locales [18].

Sin embargo, otros activistas han acusado repetidamente a HTS de secuestrar [19] y asesinar [20] activistas en el pasado.

03 ESTRATEGIAS DE RESISTENCIA NOVIOLENTA A HAY’AT TAHRIR AL-SHAM

Protesta contra HTS en Maarat al-Numan durante una campaña nacional con el nombre «No hay lugar para el Qaeda en Siria»

La mayoría de las tácticas de resistencia noviolenta por parte de los activistas contra HTS ya han sido utilizadas contra el régimen sirio e ISIS. No obstante, existen claras diferencias, tanto en la implementación de las tácticas como en la reacción subsiguiente de HTS:

Las tácticas noviolentas utilizadas contra HTS se planearon mejor y se usaron con más frecuencia que contra ISIS. Esto fue posible porque HTS no atacó directamente a las y los activistas y no aterrorizó a la población de la misma forma que lo hizo ISIS. También aprendimos de los errores y experiencias del pasado. La resistencia a Assad y a ISIS fue, por así decirlo, una “formación in situ” que nos preparó para la confrontación con HTS y nos proporcionó las herramientas para garantizar nuestra seguridad [21].

La protesta pública como medio de resistencia

La organización de manifestaciones y eventos públicos parece ser la táctica noviolenta más popular contra HTS. Aunque la mayoría de las manifestaciones todavía están dirigidas contra el régimen sirio, los manifestantes también expresan su apoyo al Ejército Sirio Libre y defienden los derechos civiles y los principios de la revolución. Como HTS se opone claramente a ellos, uno de los principales objetivos de estas protestas es mostrar a la milicia que no puede controlar a la población local. Otro objetivo es provocarlos y obligarlos a cometer errores y volverse violentos. Durante las manifestaciones, las y los activistas cantan y bailan, lo cual está prohibido según la ideología de HTS. Sin embargo, HTS parece estar más preocupado por los lemas y la bandera de la revolución.

Los residentes locales informan que todavía es más fácil organizar manifestaciones bajo el dominio de HTS que bajo el del régimen de Assad o ISIS, especialmente en lugares donde HTS no es la fuerza dominante.

Normalmente usamos cualquier oportunidad para organizar manifestaciones. A veces celebramos días importantes o eventos como el aniversario del estallido de la revolución. Pero también intentamos iniciar protestas contra ciertos actos de violencia cometidos por HTS, como cuando intenta aumentar su área de influencia o ataca a otros grupos [22].

Las protestas se organizan a través de pequeñas reuniones de activistas o en grupos cerrados en redes sociales o servicios de mensajería como Whatsapp. En estos espacios, generalmente se define el motivo de las protestas, se preparan los lemas y se distribuyen las tareas según las capacidades y habilidades de los activistas. Las manifestaciones usualmente siguen a las oraciones del viernes porque muchas personas ya están en la calle y esto facilita la movilización.

Sorprendentemente, muchos activistas informan que HTS raramente ataca o disuelve estas manifestaciones. Especialmente en áreas que HTS no controla completamente, en general se llevan a cabo sin incidentes.

HTS generalmente no ataca estas manifestaciones porque temen que las agresiones puedan llevar a una confrontación directa con la población. HTS es lo suficientemente inteligente como para saber que cualquier enfrentamiento con la población local es una batalla perdida. Tales conflictos no se pueden ganar militarmente [23].

Otros activistas creen que HTS no ataca tales protestas porque no representan una amenaza seria para la autoridad e influencia del grupo. Sin embargo, HTS de vez en cuando atacaba las protestas cuando se izaba la bandera de la Revolución o porque la gente protestaba por el intento de la milicia de tomar su ciudad, como fue el caso en Maarat al-Numan [24] y Saraqib [25].

Activistas despliegan la bandera revolucionaria en su ciudad. Con el apoyo de Adopt a Revolution, la sociedad civil en Atarib siempre está a la vanguardia de la organización de la resistencia contra HTS

Resistencia visual: la lucha por el espacio público

La lucha por el control de las ciudades se expresa en una verdadera lucha de imágenes en el espacio público, en la que el predominio de logotipos y consignas también debe expresar la superioridad territorial. Grupos como HTS o ISIS lanzan luchas de imágenes exhibiendo sus logotipos, banderas, nombres y lemas en todos los lugares públicos y eliminando cualquier símbolo que les desagrade.

Nunca subestimes el significado de los símbolos. Irradian poder. Si solo ves un logotipo en un lugar, de manera subconsciente supones que ese grupo tiene el control. Esta táctica está dirigida no solo a las personas que viven en la zona, sino también a la gente de paso que solo percibe lo que puede ver en las calles [26].

Los activistas se enfrentan a esta guerra pictórica mediante el uso de tácticas como el grafiti. Éste es un método popular porque es de bajo riesgo, económico y fácil de usar y puede ser empleado por una sola persona. Algunas de las actividades están destinadas a romper el dominio visual de HTS, por ejemplo, cuando los activistas despliegan la bandera de la Revolución por toda la ciudad. Otros desafían la ideología de HTS al difundir consignas que exigen derechos humanos, participación democrática e igualdad de género, como el lema “Educar a una niña es educar a toda la familia”. Algunos grafitis también se redactan más agresivamente y van dirigidos contra HTS y sus líderes. En Idlib, por ejemplo, el nombre del líder del HTS Abu Mohammed al-Jolani aparece repetidamente en los contenedores de basura para insultarlo [27]. Otros denigran al grupo [28] o piden su caída [29].

La efectividad de estas tácticas es, sin embargo, controvertida entre los activistas. Algunos esperan que la resistencia simbólica pueda alentar a las personas a largo plazo a enfrentarse a HTS. Otros creen que incluso si la población local no reacciona tan fuertemente a esta táctica, HTS está tan perturbado por las pintadas que la milicia siempre las borra lo más rápido posible. La continua reaparición de pintadas contra HTS se convierte en un signo de resistencia civil y envía la señal de que la población local se opone activamente a HTS [30].

El debilitamiento de la legitimidad de HTS a través de la sátira

La sátira es otra importante herramienta utilizada por las y los activistas para socavar la autoridad de HTS. El humor les permite sembrar dudas y señalar a los opresores, además de que representa menos riesgos que las tácticas anteriores. Muchos activistas creen que el miedo lleva a la gente a la sumisión y que por tanto la sátira es importante para romper la barrera del miedo. Combinar el humor con argumentos acerca de la mentira y decadencia de la milicia socava su credibilidad.

El humor es un arma poderosa. Los grupos radicales y dictadores ejercen su dominio a través del miedo. Pero podemos superar la barrera del miedo burlándonos de ellos. Es un medio muy simple — la gente no tiene miedo de algo de lo que se pueden burlar [31].

Los activistas también usan videos de propaganda, anuncios de HTS y agregan comentarios sarcásticos. Lo más frecuentes son las caricaturas y los mensajes de texto.

Los medios de comunicación social que permiten la difusión rápida de información traspasando barreras geográficas, han contribuido a generalizar la crítica satírica a HTS — incluso en áreas donde HTS ejerce de forma brutal su dominación sin restricciones.

A los sirios les encanta compartir fragmentos audiovisuales [en las redes sociales]. A menudo envían hasta diez fotos para decir ‘¡buenos días!’ Estamos tratando de usarlo a nuestro favor mediante la creación de sátira audiovisual, que la gente vea y pueda compartir [32].

Debilidades del enfoque civil noviolento

Si bien los grupos de la sociedad civil expresan públicamente su oposición a HTS con múltiples tácticas, éstos solo pueden desafiar relativamente la hegemonía territorial de HTS. Gran parte del activismo suele ser ad hoc sin una estrategia clara o metas graduales que puedan servir para evaluar los éxitos y fracasos. Además, la mayoría de los grupos activos en la resistencia a HTS operan solos o en alianzas muy previsibles. Como regla general, no logran asociarse y coordinarse con otros socios potenciales.

Cuando un grupo lanza una campaña, generalmente sólo la siguen y difunden los miembros de este grupo sin que exista ninguna contribución visible de otros grupos u organizaciones que comparten el objetivo de la campaña [33].

La competencia por el apoyo financiero, las diferencias personales, los riesgos de seguridad, las diferencias ideológicas, la falta de interés, las diferentes prioridades, todas estas son causas posibles del fracaso para alcanzar una estrategia común contra HTS. La mayoría de las acciones de protesta logran movilizar a sectores más amplios de la población solo cuando un incidente saca a la gente a la calle.

Sin embargo, esto se debe no solo a la falta de estrategias claras de movilización, sino también a la desesperación generalizada, el pesimismo, los riesgos para la seguridad, la falta de alternativas claras y atractivas, la priorización de la lucha contra el régimen de Assad, la falta de participación de las mujeres [34] y otros factores que no se pueden enumerar completamente aquí.

04 LA “BUENA GOBERNANZA” COMO PRÁCTICA DE RESISTENCIA

En el verano de 2017 en Saraqib, los manifestantes contra HTS ocuparon el tribunal local de la Sharia, apoyado por extremistas.

El control territorial de HTS no se basa únicamente en la fuerza militar. El grupo ha estado trabajando durante años para ganarse la simpatía de la población. Para expandir su propia influencia, literalmente compra una parte de las comunidades. Solo más tarde se ocupa de controlar el poder político. Por este motivo, HTS proporciona servicios públicos para obtener la aceptación local y reclutar nuevos miembros. Al mismo tiempo, debilita la influencia de competidores potenciales y promueven la diseminación de su ideología. Aquellos que se benefician de los servicios públicos organizados por HTS también están más dispuestos a aceptar la coacción y a tolerar la falta de libertades que acompaña a las estrictas leyes del grupo.

Como HTS carece de recursos, el grupo solo puede monopolizar de manera limitada los servicios públicos. Por eso da prioridad a los servicios que son más necesarios: agua, electricidad y, en algunos casos, pan. HTS maximiza los beneficios de sus inversiones. Estos servicios no solo brindan cierto reconocimiento por parte de la gente; también obtiene beneficios porque HTS cobra por sus servicios. Esto aumentará los recursos de HTS para diversificar sus servicios y expandir su control territorial.

La estrategia del HTS para controlar las instituciones locales y los proveedores de servicios

Por otro lado, HTS depende cada vez más del control rígido de las instituciones locales y los proveedores de servicios. Esto afecta a los consejos locales, los tribunales, la policía y las panaderías. Este método tiene como objetivo hacer que HTS aparezca como el proveedor más efectivo, generando más apoyo público y, finalmente, estableciendo un control administrativo total sobre las áreas afectadas. De esta manera, HTS se presenta no sólo como el gobernante más competente, también pone en evidencia la debilidad o ineficacia, real o percibida, de las estructuras administrativas locales operadas por los lugareños. HTS intenta disolver estas estructuras. Las tácticas del grupo se pueden describir mejor como el uso de la zanahoria y el palo: a veces esta táctica conduce al éxito, pero en otros casos también conduce a una escalada violenta. HTS irrumpió en la estación de policía de Kafranbel en julio de 2015 (entonces conocido como Fatah al-Sham) y arrestó a sus empleados acusándolos ​​de corrupción [35]. La población local respondió que algunos funcionarios eran efectivamente corruptos, pero la verdadera razón para la intervención de HTS obviamente tenía que ver con el hecho de que la milicia había abierto su propia estación de policía en la ciudad solo dos meses antes. La gente había ignorado esta nueva comisaría. HTS utilizó las acusaciones de corrupción para eliminar la competencia [36]. Un incidente similar ocurrió en enero de 2017: HTS arrestó al entonces presidente del Consejo local de Sinjar en la provincia de Idlib. Se había negado a entregar los sellos oficiales del Consejo al nuevo consejo creado por HTS (entonces Fatah al-Sham) [37].

Para evitar la toma de control de los consejos locales por parte de HTS, las organizaciones locales de la sociedad civil y las y los activistas se esfuerzan por aumentar la eficiencia y la legitimidad de las instituciones locales. Una de las medidas más utilizadas es mejorar la comunicación entre los consejos y la población local. Por lo general, se organizan reuniones públicas regulares con instituciones como la policía o los consejos locales responsables. Esto permite un intercambio directo con los lugareños sobre cómo se pueden mejorar sus servicios y participación pública.

El propósito de tales reuniones es informar a la población local sobre la labor y los servicios de la administración, ya que muchas personas no saben quién está haciendo qué. También ayuda a las personas a comprender cuáles son las prioridades de estas instituciones y por qué. Y, por supuesto, hace que los funcionarios locales sean accesibles, lo cual es un concepto completamente nuevo para nosotros, y permite que la gente tenga una opinión más directa sobre la política local [38].

La iniciativa de transparencia va más allá: los y las activistas ayudan a las instituciones a publicar en internet para presentar, de forma detallada, sus actividades y planes, y a celebrar las elecciones locales, como en Saraqib y en otros lugares [39].

Apoyar la autogestión de los órganos locales de toma de decisiones y porporcionarles apoyo logístico y técnico, son también planteamientos habituales. Algunas organizaciones de la sociedad civil apoyan de manera logística, poniendo a disposición sus centros y equipos para reuniones y organizando cursillos, mientras que otras ayudan a estos comités con tareas administrativas o de relaciones públicas.

La «buena gobernanza» reduce las posibilidades de los yihadistas. El centro civil de Atarib, con apoyo de Adopt a Revolution, impulsa con el consejo local un campaña contra las armas en los espacios públicos.

Solo unas instituciones locales fuertes y reconocidas pueden evitar los intentos de HTS de reemplazarlas por organizaciones afiliadas. Por ello, HTS considera a los consejos locales como sus más fuertes rivales para el control político, independientemente de dónde se ubiquen ideológicamente estos consejos. Sin embargo, la relación entre los consejos y HTS varía según las circunstancias y la ubicación. Depende de los recursos y la popularidad del gobierno local, la fortaleza de la sociedad civil local y la disposición de otros grupos armados a proteger estas instituciones. En algunas zonas, HTS busca influenciar a los consejos locales brindando los servicios necesitados por la población, a su vez, solicitando dinero, apoyo logístico, más control o representación oficial en la administración local. HTS utiliza esta táctica en áreas en las que la población local le es hostil o está a la defensiva. Por ejemplo, cuando la panadería local en Atarib se encontró con dificultades financieras, HTS se ofreció a intervenir. A cambio, la milicia quería hacerse cargo de la panadería [40]. Pero los activistas locales y grupos de la sociedad civil consiguieron evitarlo al encontrar donantes que ayudaron a la panadería.

Infiltración en los consejos locales

En otros casos, HTS ha intentado infiltrarse en los consejos locales con sus propios agentes, consiguiendo el control sobre ellos. Esto también ocurre especialmente en áreas donde HTS tiene una influencia limitada o donde carece de medios para obtener las opciones descritas anteriormente. Los activistas locales tratan de frustrar estos intentos mediante la movilización de la población local para crear presión pública sobre el candidato de HTS y obligarle a que se retire. Pero la estrategia no siempre da resultado.

No siempre es posible luchar contra tales intentos, especialmente si HTS tiene suficiente poder para forzarlo. Para este propósito, la milicia usa todos los servicios y recursos disponibles para persuadir a la gente para que acepte los cambios o justifica sus argumentos con la incompetencia del consejo local anterior [41].

Si HTS controla completamente un área militarmente, intenta intercambiar completamente los consejos locales. En tales casos, las organizaciones locales buscan socavar las instituciones afiliadas a HTS señalando sus errores e incompetencia. Sin embargo, este enfoque es menos efectivo y usualmente prolongado, especialmente cuando la creación de una administración civil propia de HTS crea una estructura completa alternativa a los ayuntamientos locales. [42].

El control de los órganos de judiciales locales

HTS también compite con los tribunales locales. A través de su propia justicia, el grupo quiere imponer su cosmovisión ultraconservadora y preparar las normas sociales a largo plazo. Además, el control de los tribunales asegura su propia impunidad: con su ayuda, HTS justifica religiosamente los actos impopulares. Los tribunales asociados con las administraciones locales tienen a menudo fama de ser ineficientes y adolecen del hecho de que sus condenas a menudo no se aplican. Los tribunales de la Sharia de HTS, por otro lado, se encuentran entre los instrumentos más efectivos del grupo: cada tribunal está bajo la jurisdicción de una entidad armada ejecutora que aplica las sentencias. En consecuencia, los tribunales HTS se consideran asertivos en comparación con sus competidores.

El problema no es tanto por los jueces, sino que sus sentencias no se aplican, lo que hace que estos tribunales no sean particularmente atractivos para la población. La policía local es incapaz o corrupta, lo que dificulta aún más la tarea [43].

Sin embargo, la existencia de fuertes estructuras administrativas locales ya han impedido que HTS tome el control de los tribunales y monopolice el poder judicial.

HTS y, antes de ellos, también ISIS han intentado durante años hacerse cargo de nuestra tribunal local en Atarib. Pero la fortaleza de la población local y los esfuerzos combinados de todas las estructuras administrativas locales han impedido que tuviese éxito en nuestra ciudad [44].

Mayor necesidad de fortalecer las estructuras administrativas locales

Para poder actuar contra HTS, las estructuras administrativas necesitan el apoyo a medio y largo plazo de actores locales e internacionales, como el Gobierno de Transición sirio [45], fuerzas militares o donantes locales e internacionales.

Porque a pesar de los éxitos de los actores civiles locales en derrotar los intentos de HTS de toma del poder, solo han logrado parcialmente sus objetivos. La ciudad de Saraqib, por ejemplo, fue ocupada por HTS directamente después de la elección del consejo local, derrotando rápidamente a los combatientes locales de Ahrar al-Sham. Sin embargo, la población local se manifestó en las calles contra HTS e incluso pudo acumular la suficiente presión como para obligar a HTS a retirarse. La milicia comenzó entonces a sitiar la ciudad estableciendo puestos de control en el área circundante. Con el consejo local bajo presión, HTS logró apropiarse de algunos servicios, como el abastecimiento energético. El consejo logró sin embargo preservar en gran medida su independencia. En consecuencia, hubo diferentes valoraciones sobre si el consejo local fue incapaz de evitar la influencia de HTS o si demostró su resistencia.

Para las organizaciones es a menudo difícil mantenerse al día con las diferentes estrategias de HTS. Incluso si la milicia no controla completamente una institución a la que aspira, el grupo intenta controlar al menos algunas de sus funciones. Las organizaciones civiles luchan por encontrar nuevas formas de prevenirlo. Esto se ve agravado por el hecho que, debido a la fuerte fragmentación territorial, los actores que se interponen en el camino de HTS, por lo general no tienen contacto con otras organizaciones civiles que se enfrentan a HTS en otras zonas. Por lo tanto, cada una de las instituciones amenazadas por HTS carece del intercambio de experiencia y apoyo mutuos. HTS, por otro lado, apunta precisamente a aquellas áreas donde la sociedad civil es débil y el grupo se enfrenta a poca resistencia.

Además, las organizaciones sirias a menudo ignoran el papel que las mujeres pueden desempeñar en el apoyo a la resistencia, por lo que su presencia pública se limita a la asistencia médica y a la caridad, de acuerdo con los roles de género tradicionales. No obstante, las mujeres han participado ciertamente en la lucha contra grupos radicales como HTS o ISIS, en particular al impedir el reclutamiento de niños y adolescentes por parte de estos grupos [46]. Las organizaciones creadas por mujeres aportan además una importante labor política y humanitaria. Sin embargo, las instituciones sirias con demasiada frecuencia ven sus logros como complementarios de su propia labor, no como parte de ella [47].

05 EL PAPEL DE LA RESISTENCIA CIVIL NOVIOLENTA EN EL CONTEXTO DE LA CONFRONTACIÓN DIRECTA

En 2016, en Maarat al Numan, activistas se manifestaron durante meses contra los yihadistas del Frente al Nusra (hoy llamado HTS)

Gran parte del trabajo de las organizaciones locales que busca desencadenar o fortalecer la resistencia a grupos radicales como HTS en realidad tiene lugar mucho antes de la confrontación directa. Sensibilizan sobre la necesidad de resistencia y movilizan a las personas a la acción. Se necesita tiempo para que este trabajo dé sus frutos. El objetivo es generar tanta resistencia que la población local acabe por desafiar a cualquier grupo radical que busque dominarla o extender su influencia. Pero este proceso se basa principalmente en el principio de la bola de nieve: los efectos parecen pequeños e insignificantes al principio, pero mediante el trabajo continuo y a largo plazo pueden hacerse mayores y finalmente decisivos.

No podemos estar en todas partes para responder a cada avance e intento de expansión por parte de HTS. Por lo tanto, tratamos de alentar a los ciudadanos locales a conocer sus derechos y estar preparados para defenderlos [48].

Movimientos descentralizados como medio de resistencia

Muchos activistas de los grupos de la sociedad civil tienen un papel importante que desempeñar en la confrontación directa con el HTS. Se abstienen de actuar bajo la bandera de sus grupos, involucrándose individualmente para beneficiarse de sus contactos personales sobre el terreno, como familiares o miembros individuales de grupos armados locales. Eso les da protección. Muchos activistas enfatizan que es importante actuar discretamente desde un segundo plano. El resultado son movimientos descentralizados que dificultan que HTS identifique y elimine los protagonistas clave.

La población local se ha manifestado regularmente contra HTS en Maarat al-Numan durante más de tres meses. Pero hasta hoy nadie sabe realmente quiénes fueron los líderes de estas manifestaciones. Ésa es una de las razones que impide que HTS las desmantele [49].

Si no se conocen los nombres de las organizaciones detrás de las protestas, HTS no puede detener a sus miembros con el pretexto de que son agentes de otras fuerzas. En consecuencia, HTS tiene que considerar la dinámica en el terreno. Cualquier detención puede dar lugar a que la familia extensa del detenido, o un grupo armado que pueda estar relacionado con su familia, le oponga resistencia. En el pasado se ha llegado en varias ocasiones a los consiguientes enfrentamientos [50].

Socavar el discurso de exaltación de la violencia de HTS

Un elemento importante de resistencia a la milicia es dar respuestas razonadas que expongan la vacuidad de los discursos justificativos de HTS. HTS generalmente utiliza pretextos para atacar a sus enemigos. Algunas veces les acusa de corrupción, de haber supuestamente violado la Sharia o de colaborar con fuerzas extranjeras. Esta estrategia pretende movilizar a sus propios seguidores al tiempo que neutraliza al resto de la población. A diferencia de otros grupos rebeldes, HTS tiene mucha experiencia en la manipulación de poblaciones locales y facciones armadas con el fin de que se concentren en lograr su supervivencia a corto plazo e ignoren sus consecuencias. Esto se ha visto facilitado a medida que el conflicto sirio iba fragmentando el país. Cada vez más, los actores locales se protegen a sí mismos y a sus intereses en el limitado contexto de sus propias comunidades en pueblos y comunidades rurales [51].

Por ello, los activistas buscan invalidar los discursos justificativos de HTS exponiendo sus crímenes, campañas de difamación y pretextos, revelando las estrategias de HTS.

Siempre intentamos explicar que HTS solo quiere controlar las instituciones locales y estructuras administrativas para expandir su propio territorio, sin ninguna intención de mejorar nada. Por esta razón, comparamos la situación en nuestra zona con la de las áreas controladas por HTS y mostramos que allí nada ha cambiado [52].

Además, los activistas instan a la población local a comprender las consecuencias de que HTS lograse controlar las instituciones y las estructuras administrativas: los donantes internacionales se distanciarían y la situación humanitaria continuaría deteriorándose.

Lograr la movilización conjunta y formar alianzas

En Atarib se consiguió movilizar a la población una y otra vez en protestas callejeras contra HTS y evitar los intentos de apropiación por parte de la milicia. Por ejemplo, en marzo de 2015 y en julio de 2017, el grupo intentó controlar la ciudad y sus instituciones, como la sede de la policía, el tribunal local y la administración. En respuesta a este intento de toma de control, la población decidió enfrentarse a HTS contra la voluntad de la mayoría de los grupos armados locales. Líderes locales, activistas, personalidades y un pequeño grupo de comandantes rebeldes locales se reunieron para discutir la situación. Se decidió por unanimidad que había que hacer todo lo posible para evitar que HTS tomara el poder [53]. Después de la reunión, activistas y mandatarios locales utilizaron diversos canales de comunicación (redes sociales, servicios de chat móvil, mezquitas) para hacer un llamamiento a los combatientes de los grupos armados y a la población civil a participar en la defensa de Atarib [54]. Activistas y lugareños comenzaron poco después a establecer puestos de control en la ciudad. Otros activistas informaron sobre lo que estaba sucediendo a través de las redes sociales y avisaron de agresiones y ataques. Las manifestaciones y los lemas contra HTS se organizaron también por los mismos medios. Además, se formaron grupos que distribuían agua y alimentos en los puestos de control. La población local pudo proteger su ciudad de la toma de control y evitar una mayor escalada y una confrontación directa con HTS. Sin embargo, no debe pasarse por alto que los comandantes de los grupos armados locales y las estructuras tradicionales como los ancianos y otros dignatarios locales [55] desempeñan un papel clave en situaciones de conflicto armado con HTS. En estas situaciones, los activistas solo desempeñan un papel secundario, aunque importante, debido a su acción puramente civil y espacialmente limitada.

06 CONCLUSIÓN: CONSECUENCIAS PARA LOS ACTORES INTERNACIONALES


Vista sobre Atarib, una administración estable y una sociedad civil local fuerte hacen de la ciudad un baluarte contra los radicales

Después de derrotar al poderoso grupo rebelde Ahrar al-Sham, HTS se comporta con más confianza en sí mismo que nunca. Esto se refleja tanto en sus intentos de absorber las facciones armadas restantes como en su actitud hacia las estructuras administrativas locales y los grupos de la sociedad civil.

Después de que HTS estableciera su autoridad antes mencionada, llamada Administración Civil para Servicios Públicos, el grupo anunció pautas para el trabajo de los consejos locales y organizaciones: HTS les exige que informen de sus finanzas regularmente e informen a la autoridad de qué organizaciones les prestan apoyo [56]. Estas dinámicas parecen continuar, a pesar de la intervención turca en Idlib, cuyo objetivo principal es contener la influencia de HTS [57].

Muchos consejos locales se niegan a cooperar con HTS porque insisten en operar independientemente de cualquier grupo armado. Además, temen que se les pueda negar la asistencia internacional si estuvieran vinculados a la organización terrorista [58]. Sin embargo, el apoyo internacional es de importancia clave para las organizaciones civiles sirias, ya que solo con fondos internacionales y asistencia técnica pueden continuar enfrentándose a HTS. Sin embargo, en lugar de seguir garantizando este apoyo, la comunidad internacional está debatiendo si debería cesar la ayuda a los grupos de la sociedad civil en el norte de Siria y cuándo debería hacerlo, dado el fortalecimiento de HTS. Si esto sucediera, muchas instituciones y organizaciones locales se verían obligadas a suspender sus actividades. Esto tendría consecuencias negativas para la población, que a menudo depende de estos servicios y vive en condiciones miserables. HTS tendría el campo despejado para alcanzar sus propios objetivos: usar sus propios consejos y administraciones y disolver todos los grupos resistentes de la sociedad civil.

No existe una solución general para enfrentarse a HTS, aunque solo sea porque algunas de las regiones están bajo el control de la milicia y sus consejos controlados, mientras que otras regiones se resisten efectivamente al HTS. Sin embargo, de las observaciones presentadas aquí, al menos se puede concluir que la comunidad internacional podría desempeñar un papel positivo para ayudar a la población local a resistir los intentos de HTS de hacerse cargo de la administración civil. Esta asistencia debe enfocarse en apoyar y fortalecer organizaciones civiles independientes y dirigentes políticos locales, ya que suponen el principal obstáculo para los objetivos del HTS.

Como cualquier estrategia, la resistencia civil funciona mejor en algunas áreas que en otras. Sin embargo, es importante investigar por qué éste es el caso, o bajo qué condiciones la resistencia civil puede tener éxito y bajo qué circunstancias falla.

Un factor clave, como lo sugieren las observaciones esbozadas aquí, es que existen estructuras similares a las estatales que pueden brindar servicios públicos de manera confiable. Esto evita que HTS use el vacío en los servicios públicos para garantizarse la legitimidad y el apoyo a la población local.

Por lo tanto, es crucial optimizar la administración pública, en términos de sus estructuras, eficiencia y apreciación pública. Para este propósito, la población debe involucrarse en los procesos de toma de decisiones de la administración y ser capaz de monitorear críticamente la acción administrativa.

La comunidad internacional puede apoyar económicamente a los gobiernos locales para que puedan prestar servicios públicos eficientes para la población local para no tener que negociar o cooperar con HTS. Al mismo tiempo, puede proporcionar apoyo práctico, por ejemplo, comunicando conocimientos sobre buen gobierno, transparencia, impuestos o prestación de servicios públicos. Puede ayudar a las administraciones civiles a reemplazar los servicios ofrecidos por HTS con alternativas como el suministro de agua y electricidad.

Como muestra el presente trabajo, las iniciativas activistas también juegan un papel importante en la resistencia a HTS. Se hace evidente que los grupos de la sociedad civil con fuertes vínculos con sus comunidades están mejor protegidos de las amenazas y ataques de HTS. En este contexto, se recomienda permitir que las iniciativas locales de la sociedad civil ejecuten sus propios programas y proyectos de ayuda según las necesidades y prioridades locales para apoyar sus bases locales. Igualmente importante, sin embargo, es promover el intercambio mutuo de experiencia colectiva entre grupos de la sociedad civil siria y ayudarlos a desarrollar estrategias comunes y enfoques efectivos más allá del marco local. Esto permitiría que la resistencia localizada y selectiva a HTS tenga un efecto de mayor alcance.

Los fuertes vínculos entre la sociedad civil y los responsables de la formulación de políticas y los proveedores de servicios públicos son igualmente centrales, otorgando protección y legitimidad a los diferentes actores. En ausencia de un monopolio estatal, unas buenas relaciones con las fuerzas armadas locales, que apoyan el trabajo de organizaciones de la sociedad civil y garanticen su protección, son también un factor de resistencia a HTS. En resumen, cuanto más organizada y unida está la sociedad sobre el terreno, mayor es su oportunidad de contrarrestar con éxito la influencia de HTS.

Aunque es poco probable que la resistencia civil por sí sola derrote a grupos radicales como HTS (en vista de la continua guerra encarnizada, acompañada de una gran violencia y amplia impunidad), los éxitos de la sociedad civil siria contra HTS son, hasta ahora, aún más notables. Las estrategias de resistencia civil en el norte de Siria presentadas aquí han demostrado impresionantemente que protegen a la población local frente a las ambiciones expansionistas de grupos radicales como HTS, o al menos, ponen en problemas a estos grupos.

Sobre el autor

Haid-Haid_preview-290x290Haid Haid es investigador del International Centre for the Study of Radicalisation (ICSR) y estudiante de doctorado en investigación de conflictos del King’s College de Londres. También trabaja para los think tanks Chatham House y Atlantic Council. El trabajo de Haid se centra en la política de seguridad, la gestión de conflictos, la sociedad civil siria y los movimientos kurdos e islámicos. Antes de eso, fue director de los programas para Siria e Irak de la Fundación Heinrich Böll en Beirut y trabajó para la Oficina de Damasco de la Agencia de Ayuda a Refugiados de la ONU. Es licenciado en sociología, gestión de conflictos y desarrollo social.

Agradecimientos

Este texto se debe al generoso apoyo y contribución de todas las organizaciones de la sociedad civil que compartieron conmigo sus conocimientos y experiencias. Para proteger su identidad, estas personas sólo se mencionan aquí por su nombre de pila. También me gustaría agradecer a Christin Lüttich, de Adopt a Revolution, por su consejo, comentarios e incansable apoyo en la realización de esta investigación. También me gustaría dar las gracias a Yasir Abbas, Dania Akkad, Anna Nolan y Souha Khairallah, que han enriquecido este texto con sus comentarios.

Estado: Noviembre 2017

NOTAS

[1] Aunque la milicia utiliza la violencia de manera menos pública y sistemática que el “IS”, no renuncia a las amenazas, la intimidación, los arrestos y la tortura como medio de control.

[2] Haid Haid,”Local Community Resistance to Extremist Groups in Syria: Lessons from Atareb”, Chatham House, junio 2017.

[3] Los actores locales de las zonas de oposición crearon consejos de administración local para reemplazar a las administraciones locales del régimen sirio que existían hasta entonces. Por lo tanto, estos consejos locales son responsables de todos los servicios prestados a la población local.

[4] En este estudio, el término “sociedad civil” se utiliza en un sentido más amplio y por lo tanto incluye activistas, movimientos locales, iniciativas y organizaciones de ayuda, así como organismos administrativos locales que actúan en el interés civil y público.

[5] Entrevista del autor el 20.07.2017 vía Skype con el activista Mosaab, coordinador local de un grupo de resolución de conflictos.

[6] Entrevista del autor el 18.07.2017 vía Skype con el activista Mohammed, coordinador de 24CR, un grupo de resistencia civil contra el extremismo.

[7] Entrevista del autor el 19 de julio de 2017 vía Skype con la activista Mustafa, formadora independiente en el campo del trabajo por la paz.

[8] Ayman al-Dassouky, ’The Role of Jihadi Movements in Syrian Local Governance’, Omran Center, julio de 2017.

[9] Entrevista del autor el 3 de julio de 2017 a través de Skype con el activista Waleed, líder del grupo de una iniciativa dedicada a fortalecer la gobernabilidad local.

[10] Entrevista del autor el 20.07.2017 vía Skype con el activista Mosaab, coordinador local de un grupo de resolución de conflictos.

[11] Entrevista del autor el 04.10.2017 vía Skype con la activista Ammar, trabajadora social.

[12] Entrevista del autor el 25.07.2017 vía Skype con Sami, colaborador de una organización de ayuda humanitaria.

[13] Ibídem.

[14] Entrevista del autor el 07.07.2017 a través de Skype con el activista de medios Ahmed.

[15] Entrevista del autor el 19 de julio de 2017 a través de Skype con la activista Mustafa, formadora independiente en el campo del trabajo por la paz.

[16] Entrevista del autor el 03.10.2017 a través de Skype con el activista Ibrahim, colaborador de una organización de ayuda humanitaria.

[17] Deutsche Welle Arab,”Significant activist released by Nusra Front”, 10.01.2016.

[18] Entrevista del autor el 07.07.2017 a través de Skype con el activista de medios Ahmed.

[19] Lyan al-Halabi,”Is al-Nusra Involved in the Kidnapping of Maher Karman in Aleppo”, Enab Baladi. 29.11.2015.

[20] Haid Haid,”Did Jabhat al-Nusra assassinate Syri-an activist Khaled al-Issa?”, Now Lebanon. 29.06.2016.

[21] Entrevista del autor el 19 de julio de 2017 a través de Skype con el activista Mustafa, formador freelance en el campo del trabajo por la paz.

[22] Entrevista del autor el 18 de julio de 2017 vía Skype con el activista Mohammed, coordinador de 24CR, un grupo de resistencia civil contra el extremismo.

[23] Entrevista del autor sobre Skype el 15.07.2017 con Kareem, formador de derechos humanos.

[24] Samir Al-Haj,”HTS dispara a los manifestantes después del asalto a Maarat al-Nu’ mans”, ARA News, 09.06.2017.

[25] Syrian Observatory for Human Rights, “The battles in Idlib continue and HTS try to conquer Bab al-Hawa”, SOHR, 21.07.2017.

[26] Entrevista del autor el 19 de julio de 2017 a través de Skype con la activista Mustafa, formadora independiente en el campo del trabajo por la paz.

[27] Jabhat Alnusra Violations Documentation Team, “The best names for al-Jolani and Baschar al-Assad in Syria” en Twitter, 28.08.2017.

[28] Jabhat Alnusra Violations Documentation Team, “Fuck HTS” en Twitter, 11.06.2017.

[29] Ali Hassan Satoof, “Down with HTS” en Twitter, 27/07/2017.

[30] Entrevista del autor el 18.07.2017 vía Skype con el activista Mohammed, coordinador de 24CR, un grupo de resistencia civil contra el extremismo.

[31] Entrevista del autor el 10.07.2017 a través de Skype con el activista Fares, coordinador de una iniciativa para fortalecer las instituciones locales.

[32] Entrevista del autor el 18.07.2017 vía Skype con el activista Mohammed, coordinador de 24CR, un grupo de resistencia civil contra el extremismo.

[33] Entrevista del autor el 03.10.2017 a través de Skype con el activista Ibrahim, colaborador de una organización de ayuda humanitaria.

[34] En particular, las mujeres están desempeñando un papel clave en la organización de protestas callejeras contra las milicias y en las campañas contra el reclutamiento de niños soldados practicadas por HTS. Leer más: Razan Ghazawi, Oula Ramadan y Afra Mohammad,”’Peacebuilding defines our future now’: A study of women’s peace activism in Syria”, Badael, 2015, y: Badr Mohammed,”Women demonstrate against HTS in Mastoumeh, Idlib”, Smart News, 07.03.2017.

[35] HTS ha aplicado sistemáticamente esta estrategia en el pasado para eliminar a grupos rebeldes rivales como el Frente Revolucionario Sirio y el movimiento Hazem.

[36] Entrevista del autor el 25.07.2017 vía Skype con Sami, compañero de trabajo de una organización de ayuda humanitaria.

[37] Omar Abdelfattah:”Arresto del líder del Consejo Local por Fatah al-Sham, puesto que no lo reconoce como fuerza legítima”, 03.01.2017.

[38] Entrevista del autor el 04.10.2017 vía Skype con la activista Ammar, trabajadora social.

[39] Manhal Bareesh,”Saraqib’s local elections show how democracy can break through in Syria”, Chatham House, agosto 2017.

[40] Entrevista del autor el 04.10.2017 vía Skype con la activista Ammar, trabajadora social.

[41] Entrevista del autor el 07.07.2017 vía Skype con Ahmed, activista de medios de comunicación.

[42] Ibídem.

[43] Entrevista del autor el 3 de julio de 2017 vía Skype con Waleed, líder de una iniciativa local para apoyar a los gobiernos locales.

[44] Entrevista del autor el 04.10.2017 vía Skype con la activista Ammar, trabajadora social.

[45] La “Coalición Nacional de las Fuerzas Revolucionarias y de Oposición sirias” es un órgano político en el exilio en Turquía, apoyada por Estados occidentales y árabes, así como Turquía, pero muy controvertido incluso dentro de la oposición siria.

[46] Razan Ghazzawi et al.,”’Peacebuilding defines our future now’: A study of women’s peace activism in Syria”, Badael: 2015.

[47] Guilia Guadagnoli (ed.),”Women Participation in Syrian Cities Today”, EU, julio de 2017.

[48] Entrevista del autor el 18.07.2017 vía Skype con el activista Mohammed, coordinador de 24CR, un grupo de resistencia civil contra el extremismo.

[49] Entrevista del autor el 19 de julio de 2017 vía Skype con la activista Mustafa, formadora independiente en el campo del trabajo por la paz.

[50] Entrevista del autor el 20.07.2017 vía Skype con el activista Mosaab, coordinador local de un grupo de resolución de conflictos.

[51] Haid Haid,”Why Ahrar al-Sham couldn’t stand up to HTS’s attack in Idlib”, Chatham House, August 2017.

[52] Entrevista del autor el 04.10.2017 a través de Skype con el activista Ammar, trabajador social.

[53] Atareb Siriafree,”Declaración pública de los civiles, notables y líderes militares de Atareb sobre el regimiento de la base 46«, 27.02.2015.

[54] Haid Haid,”Local Community Resistance to Extremist Groups in Syria: Lessons from Atareb”, Chatham House, junio de 2017.

[55] Ibídem.

[56] Shaam Network, “La Administración Civil de HTS promulga una serie de leyes para marginar el trabajo de los grupos de la sociedad civil”, 21.08.2017.

[57] Dania Akkad,”Turkey’s Idlib adventure: a last gasp bid to secure influence”, Middle East Eye, 11.10.2017.

[58] Los ayuntamientos, empezando por el de Idlib, emitieron declaraciones oficiales en respuesta al establecimiento de la nueva administración de HTS. El ayuntamiento dijo que la acción del HTS era un intento de someter a las autoridades del Consejo y, por lo tanto, totalmente inaceptable. A ello siguió una declaración del Consejo de Maarat al-Nu’ man: “No nos sometemos a ningún grupo”. El Consejo Jarijnaz declaró que estaba subordinado a la autoridad de la región de Idlib, que a su vez estaba subordinada a la oposición siria, y que el Consejo no secundaría a ninguna nueva autoridad.

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